Discriminación laboral y atención médica estigmatizante: principales problemas de la población trans en CDMX

Por María Clemente García Moreno

La lucha histórica del movimiento conformado por personas Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales, Transgéneros, Travestis e Intersexuales (LGBTTTI) en México ha sido una lucha por el pleno goce de los derechos humanos que todas las personas que habitamos la Ciudad de México tenemos por el simple hecho de existir. Ha sido una lucha por el reconocimiento de una identidad ciudadana que alguna vez les fue negada a las personas cuya orientación sexual o identidad de género era discordándote con la entonces imperante relación sexo afectiva binaria hombre-mujer (heteronormatividad). Es en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) que esta lucha ha conquistado dos de sus logros más importantes: Reforma al Código Civil para el reconocimiento de los matrimonios igualitarios entre personas del mismo sexo y las Reformas al Código Civil del Distrito Federal y al de Procedimientos Civiles del Distrito Federal, por las que se da reconocimiento oficial a la identidad de género de las personas travestis, transgénero y transexuales (identidades trans).

Es así como la Ciudad de México se ha constituido como la entidad federativa con el marco de derechos más amplio de protección a los derechos humanos de las personas LGBTTTI, consolidándose como una ciudad progresista en términos de derechos humanos. El Gobierno de la Ciudad de México ha emitido instrucciones para intentar revertir las consecuencias de la discriminación hacia la población LGBTTTI, de entre las que destacan:

  • El Acuerdo por el cual se establecen los Criterios mediante los cuales debe Operar la Red Interinstitucional de Atención de la Diversidad Sexual (RIADS). [1]
  • El Acuerdo por el que se instruye a diversas Dependencias de la Administración Pública del Distrito Federal a implementar acciones en la Ciudad de México en la lucha contra las fobias hacia las poblaciones LGBTTTI.[2]

Estos acuerdos de gobierno han desencadenado una serie de acciones afirmativas en diversas dependencias que, sin embargo, cuya articulación no ha generado los indicadores necesarios para lograr medir que aspectos de la administración pública de la Ciudad de México es necesario invertir recursos públicos para realizar un gasto efectivo en política pública que si reduzca el impacto de la discriminación en la vida de las personas LGBTTTI.

Lo anterior se refleja en la última Encuesta sobre Discriminación de la Ciudad de México (EDIS CDMX 2017) cuyos principales hallazgos nos muestran que, según la percepción de la gente, de los 41 grupos en situación de vulnerabilidad la población LGBTTTI sigue siendo el segundo grupo más discriminado en la Ciudad, exactamente igual que en los resultados de esta misma encuesta, pero de 2013.[3]

Dentro del espectro del fenómeno discriminatorio que viven las personas LGBTTTI en la Ciudad de México se encuentran las poblaciones travestí, transgénero y transexual (población trans), cuyo mayor problema resulta ser la invisibilización de la discriminación que sufren diariamente en el ámbito familiar, escolar o en cualquier otro espacio público de entre los que destacan el ámbito laboral y el sector salud; dando como resultado que a las personas trans se les impida el pleno goce de dos derechos fundamentales: el derecho al trabajo y el derecho a la salud.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) desde 1958 ha situado a la discriminación como un problema fundamental para el desarrollo económico, recientemente  ha introducido en sus informes a la población LGBTTTI, señalando el combate a la discriminación laboral hacia este grupo como un reto mundial que impacta no solo a quién es directamente víctima de desempleo o acoso laboral a causa de su orientación sexual o su identidad de género, sino que genera un impacto económico para los empleadores debido a la potencial perdida de talento.

En el Informe global con arreglo al seguimiento de la Declaración de la OIT presentado ante la 96 Conferencia Internacional del Trabajo en 2007 la Organización Internacional del trabajo señala que:

“La eliminación de la discriminación es presupuesto indispensable del trabajo decente para todas las mujeres y hombres, el cual «se basa en la igualdad de oportunidades para cuantos trabajan o buscan un empleo y un sustento, ya sea como obreros, como empleadores o como trabajadores por cuenta propia, tanto en la economía formal como en la informal. Por ende, la integración de la no discriminación y la igualdad  es fundamental para alcanzar las metas definidas…”[4]

Por su parte la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal en su Informe especial para la sobre violaciones a los derechos humanos por orientación o preferencia sexual y por la identidad o expresión de género presentado en 2008 señala que:

“Aunque la Ley Federal del Trabajo en su artículo 3° señala que no podrá establecerse distinción entre los trabajadores por motivos de raza, sexo, edad, credo religioso, doctrina política o condición social para el registro de una empresa, no se solicita que se garantice este principio, como tampoco se penaliza su incumplimiento. Esto deja en indefensión a las personas cuando son agredidas en este ámbito, ya sea por los empleadores o por los compañeros de trabajo.”[5]

A pesar de esto son pocas las investigaciones que muestren con claridad la discriminación laboral que viven las personas travestis, trangénero y transexuales (población trans). Sin embargo, producto del Diplomado: Teoría y práctica de las organizaciones civiles con trabajo en disidencia sexual y VIH/Sida en México del Programa de Estudios en Disidencia Sexual del Colegio de Humanidades y Ciencias Sociales (CHyCS) de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) se realizó la investigación Discriminación y exclusión laboral de la población travesti, transgénero y transexual de la Ciudad de México[6] que mediante una encuesta arroja que el 54% de la población trans se autoemplea, 25.48% de la población trans cuenta con un empleo asalariado y un 19.60% de la población se encuentra desempleada pero lo está buscando; además que el 64.68% de las personas entrevistadas manifiestan haber sufrido discriminación laboral.

Así mismo los resultados sobre la población LGBTTTI de la Segunda Encuesta sobre Discriminación de la Ciudad de México (EDIS CDMX 2017) elaborada por el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (COPRED) muestran que según la percepción de los encuestados la principal forma de discriminar a las personas trans además de insultarles es no darles trabajo.[7]

Los problemas que precarizan la vida la población trans no se limita solo a la discriminación laboral, sino que colapsa en inadecuada aplicación de políticas públicas en el sector salud que puede resultar incluso en la pérdida de vidas.

Las personas trans (hombres y mujeres) en tanto que son seres humanos, tienen necesidades, cuya búsqueda y desarrollo forman la base de una vida digna. La salud física y mental resultan fundamentales para toda vida humana. Es por esta razón, entre otras, que los Estados Miembros de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) reconocen el derecho de toda persona al goce de la salud como un derecho humano universal.

A pesar de esto en Latinoamérica y el Caribe muchas personas se ven afectadas por una carga desproporcionada de enfermedad y otros riesgos a la salud que les impiden el pleno disfrute del derecho humano a la salud, y por tanto les impide el goce de otros derechos humanos relacionados. Las personas trans representan una población particularmente desfavorecida. Por un lado, las necesidades y demandas de las personas trans han sido tradicionalmente desatendidas por los prestadores de servicios de salud, lo que lleva a una carencia de servicios de salud adecuados para enfrentar las peculiaridades resultantes del estrés generado por enfrentarse diariamente a conductas transfóbicas, así como consecuencias medicas resultantes de los procedimientos a las que son sometidas para lograr la apariencia concordante con su identidad de género.

Según la publicación: Por la Salud Trans – elementos para el desarrollo de la atención integral de personas trans y sus comunidades en Latinoamérica y el Caribe[8], de la Organización Panamericana de Salud (OPS), los principales problemas de salud que enfrenta las personas trans incluyen:

  • Altos niveles de exposición a violencia verbal, emocional y física,
  • incluyendo ataques fatales (crímenes de odio);
  • Alta frecuencia de problemas relacionados con la salud mental por
  • causas exógenas;
  • Alta tasa de prevalencia de VIH y otras infecciones de transmisión
  • sexual;
  • Alto consumo de alcohol y otras sustancias psicoactivas;
  • Efectos negativos de hormonas auto administradas, inyecciones de
  • relleno de tejidos blandos y otras formas de modificaciones corporales,
  • incluyendo complicaciones por malas intervenciones de reasignación
  • de sexo; y
  • Problemas de salud reproductiva.

Es así que después de la primer reforma que permitió el reconocimiento jurídico de la identidad de género de las personas travestis, transgénero y transexuales en el año 2008, y con el impulso de diferentes colectivos y organizaciones de la sociedad civil conformados por personas trans, en agosto de 2009 se logró reformar la Ley General de Salud que permitió a las personas trans acceder a servicios de salud públicos mediante la “ejecución de un programa de atención especializada a la salud de las personas transgénero y transexual, mediante, en su caso, el suministro de hormonas, apoyo psicoterapeútico y la realización de acciones preventivas y de tratamiento médico correspondiente en materia de ITS y VIH-SIDA”[9]

Producto de esta reforma es que la Secretaria de Salud del entonces Distrito Federal implemento la operación de dicho programa denominado “Centro Trans” mismo cuya ubicación geográfica estratégica se ubica dentro de la Clínica Especializada Condesa que atiende a pacientes que viven con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) u otras infecciones de transmisión sexual (ITS).  La mayoría de los problemas de salud que enfrenta la población trans no son producto de la exposición al virus del VIH, a pesar de ello resulta estigmatizante que una condición de salud que no es producto de una infección sea tratada en un Clínica de infectología especializada como lo es la Clínica Condesa, a pesar de esto el Gobierno de la Ciudad no ha invertido un solo peso del presupuesto para que las personas trans contemos con un centro de salud propio donde opere el programa que ordena la fracción XXI del artículo 24 de la Ley de Salud del Distrito Federal.

El Secretaria de Salud de la Ciudad de México puede y debe promover la solidaridad social necesaria para garantizar la atención médica necesaria a las personas trans, e impedir que la discriminación sea un factor que impida mantenerlas con vida. Al abordar las necesidades de salud de las personas trans y sus comunidades, la Ciudad de México ha abierto la posibilidad de ejecutar servicios de salud cada día más adecuados que les permitan superar los problemas más críticos que afectan a su bienestar y calidad de vida, incluyendo una atención médica sin estigmas que generen la psicopatologización social de las personas travestís, trangénero y transexuales.

El 13 de noviembre de 2015 fue que el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Dr. Miguel Ángel Mancera Espinosa, suscribió el Acuerdo por el que se instituye el 13 de noviembre de cada año, como día de las Personas Trans[10], lo anterior como una acción afirmativa de promoción y reconocimiento de los derechos de todas las personas travestis, trangénero y transexuales en la Capital del país. Es por ello que es preciso recordar que los principales problemas que enfrentamos las personas trans se presentan en el ámbito laboral y en el sector salud, que es urgente que nuestro gobierno amigable se deje de buenas intenciones dejando las pachangas y reuniones con personajes LGBTTTI a un lado y se aplique asignando presupuesto en políticas públicas que generen indicadores con los que se pueda medir y por tanto trabajar en la reducción efectiva de la discriminación de las personas trans en estos rubros y se logre una verdadera inclusión social que transcienda a los eventos sociales con fotos con el Jefe de Gobierno.

[1] Miguel Ángel Mancera Espinosa. (10 de marzo de 2014). Acuerdo por el que se establecen los Criterios conforme a los cuales debe operar la Red Interinstitucional de Atención a la Diversidad Sexual. En Gaceta Oficial del Distrito Federal (5). CDMX: GDF.

[2] Miguel Ángel Mancera Espinosa. (19 de mayo de 2014). Acuerdo por el que se Instruye a Diversas Dependencias de la Administración Pública del Distrito Federal a Implementar Acciones en la Ciudad de México en la Lucha Contra las Fobias hacia las Poblaciones Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgéneros, Transexuales, Travestís e Intersexuales (LGBTTTI). En Gaceta Oficial del Distrito Federal (4). CDMX: GDF.

[3] COPRED-Consulta Mitofsky. (2017). Principales Hallazgos. En Encuesta sobre Discriminación de la Ciudad de México 2017(14). CDMX: COPRED.

[4] Conferencia internacional del Trabajo. (2007). La igualdad en el trabajo: afrontar los retos que se plantean (Pag. 133) Ginebra: OIT.

[5] Comisión de los Derechos Humanos del Distrito Federal. (2008). Informe especial para la sobre violaciones a los derechos humanos por orientación o preferencia sexual y por la identidad o expresión de género. (Pag. 28) CDMX: CDHDF.

[6] Rocío Suárez. (Julio 2009). Discriminación y exclusión laboral de la población travesti, transgénero y transexual de la Ciudad de México. 2017, de Programa de Estudios en Disidencia Sexual de la UACM Sitio web: http://centroapoyoidentidadestrans.blogspot.mx/p/investigacion-discriminacion-y_26.html

[7] COPRED-Consulta Mitofsky. (2017). Población LGBTTTI. En Segunda encuesta sobre discriminación de la Ciudad de México (36). CDMX: GDF.

[8] Organización Panamericana de la Salud. (2013). Por la salud trans: Elementos para el desarrollo de la atención integral de personas trans y sus comunidades en Latinoamérica y el Caribe. AL: OPS.

[9] ALDF. (2009). Ley de Salud del Distrito Federal. CDMX: ALDF.

[10] Miguel Ángel Mancera Espinosa. (2015). Acuerdo por el que se instituye el 13 de Noviembre de cada año, como día de las Personas Trans. En Gaceta Oficial del Distrito Federal(2). CDMX: GDF.